sábado, 1 de mayo de 2010

Cámara de las buenas personas.

Totalmente a corde con la actualidad. La rutina del a ley del gallinero, que cada día se alimenta de mí de una u otra forma.
Una mirada a mi alrededor, despirta cada pensamiento inhumano. El terror abrazador que existe en las noches corre en busca de ayuda.
Sentir que el suelo te acaricia, ya se convierte en un pasatiempo que se apresura a entrar a lo normal.
Agrupar todo en un lugar. Poner a prueba aquellas palabras, y buscar su verdadera identidad.
 Sentados unos frente a otros, sin saber lo que esta ocurriendo.
Un juez que determine y produzca el terror en cada uno de ellos merece. Las palabras sienten miedo, y poco a poco se dilatan en su propio disfraz. La pregnta frecuente es siempre: ¿Qué esperas?, nadie entiende que dice.

Una de ellas rompe en llanto. Es de aquellas frases de las que gusta atacar todo, y es sin duda la primera en caer. Usar sinónimos a estas alturas; el lenguaje verbal se esfumó ¿Porqué siempre el arrepentimiento existe al final de cada camino?, pero ya no es culpa de nadie más que de su propio ego.
Otra recapacita sus actos, no se arrepiente, talvés a su falta de experiencia, de su poca práctica, quedó en estado de oidos sordos.
En un ambiente de total vacío emocinal, todo se puede convertir en amor, en odio, y que en  otros lugares puede ser totalmente opuesto. Para ella todo está bien. Todo es reflejado en ella. Pero eso es algo que a estas alturas ya jamás se volcará. Alguien aquí lloró por sus andanzas, y que estuvo de cerca de asesinar todo con un "no quiero seguir".
Aquella palabra se me hace tan familiar. La siento muy cercana, y creo que ya de que mí no sale.
Ahora entiendo que nada es para siempre, aunque a veces uno se despedasa en hacer lo contrario. Querer como mis pensamientos lo deseado, es tan difícil con humanos que sólo piensan por ellos y por lo que erroneamente dicen ser algo importante, cuando sólo es vanidad y placer.

Todas esas cosas hoy se quedan en una sola palabra. Palabra que se hará realidad cuando el medio encuentre a algo mejor que yo; más humano. Sin embargo, aún queda la emoción de lo que algún día estremesió cada uno de mis conductos. De algo que jamás pasará sobre mis hombros en el momento de decidir por alguien. Hoy todo empieza y culmina con dificultad, de aquella dificultad que hace, al tomar otro rumbo, las cosas mas claras y sencillas.
Hoy queda en manos del tiempo, del tiempo que etenamente se hace presente en estos ambiciosos pensamientos, del que solamente es.

Que todo acabe de buena manera, es querer que el comienzo nunca se presente...

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