(Ella) le preguntó

Nuestra curiosidad, como una cualidad fundamental de los hombres,  la unidad fundamental de los deseos y aspiraciones. Creador del ego, de egoísmos, como también de la soledad y la búsqueda del uno.

He comprendido que la basta cantidad de conocimientos que se aprenden a través de textos, y de palabras vivas, nunca llegan a tomar forma si no son tomadas como parte de un emprendimiento a nuestra experiencia. No son nada más que una expresión de nuestro pensamiento. Un decir muerto, una expresión que no abarca más que una mera intensión.

Esta curiosidad, ha llevado al hombre a lugares inimaginables, a lejanías insospechadas, como también, a cercanías que nuestros ojos jamás sospecharían.

Creamos todo tipo de aparatos, de movimientos, de tendencias, de organizaciones, de creencias, de filosofías, seguimos a las masas, memorizamos textos, pasajes bíblicos, vestimos de ciertos colores para estar acorde a una temporada para que el resto te reconozca, ponga tu mano en tu espalda y te diga con una sonrisa lo bien que lo estás haciendo. Pero estas cosas chocan, luego el deseo se desenfrena y crea un caos insostenible. Queremos derribar al otro, ser exclusivos,  saciar nuestro ego como de lugar, convirtiéndose en una enfermedad terminal en donde la muerte toma el control. Una enfermedad que nos lleva a la agonía, a ser parte de un núcleo externo, de vernos a nosotros mismos como un ente externo, algo completamente alejado de sí;  lejos de toda nuestra inocencia.

¿A qué le temes cuando nadie responde a tus ideales, a tus gustos y aspiraciones? ¿A qué le temes cuando nadie te presente el futura de una manera clara, y deja tu pasado en una bodega?

Después de todo lo anterior, me he quedado con una  pregunta, ¿Estamos buscando en el lugar correcto?, tal vez las respuestas están más cerca, lejos de toda característica cuantitativa, de supersticiones y todo acto ritualista. Quizás no haya una respuesta, y tal vez va más allá de una acción, pero dudo mucho que no se llegue a ella mediante algún tipo de experiencia.